VISIÓN
Quisimos dotar de un gran realismo a las imágenes captadas durante el viaje a la hora de mostrar los lugares más emblemáticos de Castilla y León. Para ello nuestra propuesta fue mezclar imágenes cámara en mano con planos perfectamente compuestos y movimientos de cámara sorprendentes.
Para los movimientos de cámara, utilizamos imágenes aéreas tomadas con dron y un steadycam durante el rodaje, lo que nos permitió realizar planos más elegantes, de tal forma que la cámara estuviera con los protagonistas, pero sin sentirse.
Además, conseguimos hacer presente ese estilo instagramer tan característico que pedía la pieza.
Estilo visual y fotografía
Siendo un spot turístico, una de nuestras prioridades era sacarle partido a la luz ambiental.
Queríamos que la fotografía fuera orgánica y natural, salvo en aquellos interiores que necesitaran de un refuerzo. Por ello buscamos las mejores horas de luz para cada uno de los paisajes, monumentos y situaciones.
Cuando fotografiamos con luz natural, es necesario ser muy cuidadoso con las horas de rodaje. Buscamos los amaneceres y atardeceres en los que la luz era más suave, las sombras y texturas se pronunciaban, obteniendo así una mayor paleta de colores a medida que el sol se iba ocultando y capturando esos momentos mágicos que la naturaleza nos regala.
El Gran reto: Localizaciones
En todo spot de turismo es inevitable que existan una serie de localizaciones de obligada aparición. Monumentos o lugares que campaña tras campaña, aparecen como emblemas de la región.
En esta ocasión no iba a ser una excepción, pero apostamos por mostrar estas localizaciones desde perspectivas diferentes y sorprendentes.
Ahí es donde entró en juego el estilo visual por el que apostamos. Mostrando al espectador una forma diferente de ver a Castilla y León, al igual que lo haría un instagramer con sus fotografías.
Gracias a que esta región lidera la superficie forestal española, buscamos localizaciones naturales menos conocidas que enriqueció y dotó de dinamismo al rodaje.